La xeroftalmia es una condición ocular que se caracteriza por la sequedad extrema de la superficie del ojo, afectando tanto la conjuntiva como la córnea. Además de la sequedad ocular intensa, la xeroftalmia puede conllevar una serie de complicaciones oculares, desde visión borrosa o irritación leve hasta la aparición de úlceras corneales, e incluso disminución de agudeza visual en casos avanzados.
La causa principal de la xeroftalmia es la deficiencia de vitamina A, ya que resulta esencial para mantener la salud de las células del ojo y la producción de lágrimas. Este déficit puede suceder debido a factores como la malnutrición o el padecimiento de enfermedades gastrointestinales y crónicas.
El tratamiento de la xeroftalmia se centra en la suplementación de vitamina A para corregir el déficit y evitar la progresión de la enfermedad. También se pueden emplear lágrimas artificiales y otros lubricantes oculares para aliviar los síntomas de sequedad. Y, en casos más graves donde haya daño corneal, puede ser necesaria incluso cirugía para reparar daños en la córnea.