¿Por qué los seres humanos tenemos los ojos en la parte frontal de la cabeza y no a los laterales como otras especies? Son muchas las teorías al respecto que se han ido desgranando con el paso de los años sobre la evolución de la vista.
Obviamente, el que los seres humanos tengamos los ojos en la parte frontal de la cabeza y no a los laterales como otras especies debe responder a algún motivo concreto. Han sido muchos los científicos que han realizado sus hipótesis sobre esta materia pero ninguna de ellas puede darse por válida definitivamente. Cabe destacar, sin embargo, que todas estas hipótesis tienen un nexo en común: la vida de los primeros primates como depredadores que permanecían en los árboles. Al parecer, la ubicación de los ojos podría deberse a cuestiones de seguridad y supervivencia.
Por norma general, todos los animales, incluidos los humanos, podrían separarse en dos grandes grupos: los que tienen sus ojos a los lados de la cabeza y los que los tienen al frente. La duda es… ¿por qué tenemos los ojos en la parte frontal? Vamos a repasar algunas de las teorías que se han ido argumentando a lo largo de los años para intentar arrojar un poco de luz sobre la evolución de la vista.
En este sentido también es muy importante destacar que la colocación de los ojos conlleva una serie de ventajas y desventajas en función del lugar en el que se encuentren. Si los ojos están colocados al frente, los campos visuales se superponen y esto hace que se consiga muchísima más profundidad. Al contrario, los animales que tienen los ojos a los lados no consiguen ver esa profundidad pero sí que cuentan con una visión panorámica mucho más desarrollada.
Hipótesis de la locomoción arbórea
Una de las hipótesis más antiguas que intenta explicar el por qué los seres humanaos tenemos los ojos frente a la cabeza es esta. En el año 1922, Edward T. Collins desarrolló una hipótesis que ha perdurado en el tiempo. Este oftalmólogo británico estableció las bases de su idea en que los primates necesitaban contar una vista potente que les ayudara a saltar con suma precisión en los árboles.
Este oftalmólogo tuvo en cuenta que los hábitos de los primates fueron los que probablemente hicieron que el sistema de la visión cambiara hasta convertirse en lo que es hoy en día. En este sentido, lo que intentó explicar es que los primates se trasladaron a los árboles para huir de los depredadores. Obviamente, este aspecto hacía que se necesitara una profundidad muy importante en el campo de visión para lograr escapar de los mismos.
Hipótesis de la depredación visual
La hipótesis anterior ha sido rebatida en múltiples ocasiones porque existen animales, que viven en los árboles y se desplazan por ellos con destreza y que tienen los ojos en los laterales de la cabeza. Este es el caso de las ardillas. Teniendo esto en cuenta, el biólogo Matt Cartmill, en 2005 realizó algunos cambios en la teoría de Collins, indicando que lo que necesitaban los primates era simplemente una amplia profundidad en el sistema visual para localizar y capturar a sus presas. A esta teoría se la conoce como la hipótesis de la depredación visual. Lo que indica esto es que los primeros primates utilizaban la vista mucho más para cazar a las presas que el olfato y, quizás, por este motivo la evolución hizo que la capacidad olfativa de los seres humanos sea mucho más pequeña que la capacidad visual.
Esta teoría que establece Cartmill fue ampliada por el neurobiólogo John Allman, quien consideró que la base de todo esto se encuentra en la depredación nocturna. Lo cierto es que no todos los animales depredadores tienen sus ojos en la zona frontal de la cabeza, por lo que Allman se basó en indicar que tener los ojos al frente es más beneficioso para los animales que cazan por la noche. La explicación es que, de esta forma, pueden absorber mucha más luz que si los tuvieran en los laterales.
Hipótesis de la visión de rayos X
Finalmente, existe una hipótesis totalmente distinta a las anteriores. Esta teoría se basa en la visión de rayos X. En 2008 el neurobiólogo Mark Changizi publicó un trabajo en el que hacía constar que la colocación de los ojos frente a la cabeza es lo que permitió a los antepasados de los humanos poder ver a través de las hojas de los árboles. Al final, la idea es muy similar a la de la profundidad visual, basándose en la confusión de planos para lograr ver más allá.
A modo de conclusión…
Como vemos, las teorías para explicar por qué tenemos los ojos al frente de la cabeza son muy diversas y parece que la naturaleza y los árboles son el nexo de unión de todas ellas. No obstante todavía no ha habido ninguna evidencia científica que nos ofrezca datos objetivos al respecto.