Previamente a cada uno de los procedimientos de cirugía refractiva con láser excimer para la corrección de miopía, hipermetropía o astigmatismo es necesario verificar la calidad del haz del láser. Para ello se tienen en cuenta dos parámetros principales, la fluencia y la homegeneidad del haz y se evalúan mediante el «test de fluencia».
Este test de fluencia se realiza mediante una lámina de un material PMMA rojo cubierto por una muy fina capa de plata. Durante el test, el láser dispara un número determinado de pulsos (65 +/-2) sobre la superficie recubierta de plata. Con esta cantidad de pulsos, si el láser está bien calibrado debería consumir la plata y mostrar un fondo de color rojo homogéneo. En caso que se requiera un numero superior o inferior de pulsos para obtener esta homogeneidad en el color del fondo será necesario regular la energía emitida.
FLUENCIA
Cantidad de energía aplicada por pulso en la zona de tratamiento. Se mide en Mj (milijulios / cm2) y varia entre 100 a 200 según el láser.
Este valor es sumamente importante pues define la cantidad de tejido ablacionado con cada pulso del láser y ayuda a determinar la predictibilidad del tratamiento evitando la hipercorrección o hipocorrección.
HOMOGENEIDAD
Patrón de distribución de la energía en la zona de tratamiento. Se subdivide en 4 tipos:
- Homogéneo o plano: Una distribución de la energía similar en todos los puntos del plano abarcado por el haz.
- Gausiano: Forma de campana con mayor intensidad energética en el centro del plano.
- Gausiano inverso: Al revés que en el patrón gausiano con la mayor intensidad de energía en los extremos del haz.
- Gausiano truncado: Es un patrón utilizado para la ablación personalizada. Similar a un patrón gausiano pero sin extremos.
Este test, realizado previamente a cada procedimiento, controla que la calidad del haz del láser es la adecuada para la cirugía.