Tengo glaucoma, ¿puedo operarme de miopía?

En la semana mundial del glaucoma queremos resolver una duda que se presenta con frecuencia por parte de aquellos pacientes que padecen esta patología. «¿Puedo operarme de miopía?«. Aunque no existe una contraindicación formal, la respuesta depende de muchos factores como pueden ser: el grado de glaucoma, nivel de miopía, características del ojo, etc. Determinados procedimientos quirúrgicos para la corrección de miopía están desaconsejados en función de estos valorés. Será muy importante conocer el estado del glaucoma para elegir debidamente el tipo de cirugía y establecer un nuevo punto de referencia para las pruebas de control de glaucoma debido a posibles alteraciones.

Consecuencias de la operación de miopía en el seguimiento del glaucoma

• Los procedimientos más empleados actualmente para la corrección de miopía son sin dudas aquellos basados en el remodelado cornial mediante láser excimer. Para poder modificar la curvatura de la córnea, estos procedimientos requieren también reducir su grosor. A consecuencia de esto, se produce una reducción en los datos tomados mediante el tonómetro de Goldman. Esta diferencia, que es mayor cuanto mayor es el número de dioptrías corregidas debe ser prevista pues puede confundir en el seguimiento del glaucoma posterior a la cirugía de miopía.
• La cirugía refractiva, independientemente del procedimiento, puede reducir la sensibilidad al contraste. Esto a su vez puede alterar los datos de las mediciones sobre el campo visual del paciente y ser otro elemento que iduzca a error en caso de no tenerse en cuenta.
• En menor probabilidad, la cirugía refractiva puede alterar los resultados de las pruebas realizadas para evaluar el estado del nervio óptico induciendo también errores en el seguimiento del glaucoma.

Como hemos dicho anteriormente, todas estas indicaciones no conforman una contraindicación formal pero obligan a ser prudentes tanto en la indicación quirúrgica como en el seguimiento del glaucoma tras la operación.

Indicación quirúrgica y contraindicaciones

• Glaucomas avanzados: En casos de glaucoma con pérdida de campo visual es importante no emprender ninguna acción que pudiera poner en peligro la visión residual del paciente. Son varias las circunstancias que pueden hacer que esto suceda.
  • Aumento de la PIO (presión intraocular) durante el lasik: en la realización del flap corneal del procedimiento lasik con microqueratomo (no así con láser femtosegundo) se utiliza un sistema de vacío para fijar el ojo. Este sistema genera un aumento momentáneo de la PIO que en circunstancias normales resulta inocuo pero en caso de glaucoma avanzado aumentar el daño sobre el nervio óptico.
  • Uso de corticoides tras la cirugía refractiva: cualquier cirugía ocular requiere de un tratamiento posterior con corticoides en gota más o menos prolongado cuyo efecto secundario puede ser el aumento de la PIO. En el procedimiento PRK este tratamiento es prolongado y debería evitarse en pacientes con glaucoma avanzado.
  • Lentes de cámara anterior en glaucomas de ángulo cerrado: los pacientes de este tipo de glaucoma disponen de poco espacio en cámara anterior (entre la córnea y el iris). Por eso, no debe utilizarse lentes fáquicas que se alojen en este espacio por el riesgo de obstrucción del ángulo y su consiguiente aumento de la PIO. En estos casos, la mejor indicación quirúrgica es la cirugía de cristalino con lente pseudofáquica que además de aumentar el espacio en cámara anterior y la abertura del ángulo iridocorneal, aliviará la PIO.

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