La córnea es la lente externa del ojo, situada delante del iris y la pupila, que se continúa con la esclerótica. Entre sus funciones, además de proteger las estructuras posteriores a ella, destaca su función refractiva que consiste en enfocar la luz correctamente en la retina con la ayuda del cristalino, siendo la superficie con mayor poder refractivo del ojo (aprox. 42 dioptrías).
Es el único tejido del cuerpo humano transparente y avascular, lo cual es de vital importancia para que nada interfiera con la luz que entra a través de la pupila. Hasta ahora, se pensaba que constaba de cinco capas: el epitelio, la membrana de Bowman, el estroma (forma aproximadamente el 90% de la córnea), la membrana de Descement y el endotelio. Ésta última capa es la mayor responsable de la nutrición corneal, al “bombear” sus células el humor acuoso hacia las capas más externas, pues recordemos que al carecer de vasos no puede nutrirse como lo hacen los demás tejidos.
La nueva capa de la córnea: la capa de Dua
Un novedoso estudio publicado en la revista Ophthalmology, y llevado a cabo en la Universidad de Nottingham nos revela que, la cornea no solo consta de las cinco capas ya citadas, sino de una sexta capa situada entre el estroma y la membrana de Descement. Esta “nueva” estructura ha sido denominada membrana o capa de Dua, en honor al Profesor Dua, responsable de este descubrimiento. Dicha membrana, a pesar de medir tan solo 15 micras (de las 550 micras aproximadamente que mide el total de la córnea), ha demostrado ser muy resistente.
Su descubrimiento, marca un antes y un después tanto en el entendimiento de la fisiología de las numerosas patologías corneales como en su tratamiento, abriendo una nueva puerta en el campo de la cirugía. Según el propio Profesor Dua:
“los libros de texto de oftalmología tendrán que ser reescritos”
Fuente: Ophthalmology journal – American Academy of Ophthalmology