El iris es una membrana de color en forma circular que se encuentra entre la córnea y el cristalino.
En el centro del iris se encuentra un orificio llamado pupila en el que se centra su función principal. El iris se compone de dos músculos que controlan la contracción y dilatación de la pupila, lo que condiciona que entre la cantidad de luz adecuada en el ojo para que quede la imagen bien enfocada en la retina.
Aunque no sea una función como tal, el iris también se encarga de determinar el color de los ojos, pues depende del grosor de las láminas de pigmentación y la concentración de melanina que tenga. Cuanto mayor es el grosor de las láminas y la concentración de melanina, más oscuro es el iris, y viceversa.
Algunas afecciones o patologías que podemos encontrar a nivel iridiano son la uveítis, la heterocromía del iris o la aniridia.