Se denomina goniodisgenesia al desarrollo anómalo del sistema de drenaje ocular localizado en el ángulo entre el iris y la córnea. Esta alteración estructural impide el funcionamiento adecuado del sistema de evacuación del humor acuoso, lo que puede conllevar un aumento sostenido de la presión intraocular.
Esta condición suele detectarse en el contexto de glaucomas infantiles o juveniles, especialmente cuando aparecen síntomas como lagrimeo persistente, fotofobia, agrandamiento ocular o edema corneal. En estos casos, la goniodisgenesia es responsable directa de la disfunción del sistema trabecular, principal vía de salida del humor acuoso.
El diagnóstico de la goniodisgenesia se realiza mediante gonioscopia, una técnica que permite visualizar el ángulo de la cámara anterior del ojo. El tratamiento depende del grado de afectación, aunque existen tratamientos farmacológicos temporales, en la mayoría de los casos se requieren procedimientos como la goniotomía o la trabeculotomía, que buscan restablecer el flujo del humor acuoso y controlar la presión intraocular para preservar la visión.