Debido al gran uso que hacemos de las tecnologías hoy en día, ha aparecido el llamado síndrome de la pantalla de visualización o síndrome del ordenador, característico de aquellas personas que pasan alrededor de 8 horas diarias sentadas frente a él. En dicho cuadro, además de verse afectada nuestra musculatura apareciendo entre otros problemas como contracturas cervicales, se produce un gran impacto sobre nuestra visión. Sus síntomas más característicos son sequedad, enrojecimiento, fotofobia (molestia ante la luz) y fatiga visual.
Parte de este síndrome del ordenador deriva del hecho de que el ojo humano necesita parpadear para lubricar su superficie con la lágrima producida en las glándulas lagrimales (situadas en el cuadrante superoexterno de la órbita), y al fijar la visión en algo durante mucho tiempo como puede ser al usar un ordenador, disminuimos la frecuencia de parpadeo, aumentando con ello la evaporación de la lágrima. Los signos y síntomas empeoran en casos de falta de sueño y uso incorrecto de lentes de contacto, pues favorecen la irritación ocular, y esto unido a la sequedad inducida al disminuir la frecuencia de parpadeo, hace que el ojo sea más susceptible ante cualquier infección o patología de la superficie ocular. Por ello se recomienda dormir lo suficiente y no usar demasiadas horas seguidas las lentes de contacto si se va a trabajar mucho tiempo frente al ordenador.
Consejos para prevenir el síndrome del ordenador
Aquí presentamos unos simples consejos para prevenir las molestias derivadas del denominado “síndrome del ordenador”, aunque si las manifestaciones son muy exageradas y persistentes se recomienda acudir al especialista oftalmólogo para evaluar cualquier patología concomitante:
- Mantener la pantalla lo más alejada posible
- Tener una buena iluminación, preferiblemente indirecta para evitar reflejos
- No graduar la luminosidad de la pantalla al máximo si se está cómodo con luminosidades inferiores, y a cambio aumentar el contraste
- Parpadear más veces para mantener el ojo lubricado e hidratado
- Adoptar una buena postura en la que espalda y cuello estén relajados