La biometría ocular es un examen diagnóstico que se realiza para medir distintos parámetros del ojo como la longitud axial, la profundidad de la cámara anterior o la curvatura corneal.
Principalmente, esta técnica es utilizada para realizar el seguimiento de altas miopías y calcular la potencia de la lente intraocular en cirugías refractivas o de cataratas.
Existen dos procedimientos para llevar a cabo la biometría ocular: biometría óptica (mediante luz infrarroja) y biometría ultrasónica (con el uso de ultrasonidos). En ambos métodos se lleva a cabo un proceso sencillo para obtener las dimensiones anatómicas oculares, pero en el caso de la biometría ultrasónica se aplicarían previamente unas gotas anestésicas, pues existe un contacto directo con el ojo.