El fórnix conjuntival es el pliegue laxo de la membrana conjuntival que marca la transición entre la conjuntiva que recubre el globo ocular (conjuntiva bulbar) y la que recubre la cara interna de los párpados (conjuntiva palpebral), formando un arco flexible en el fondo del saco conjuntival.
Este arco se divide en dos componentes principales: el fórnix superior, más profundo y asociado al párpado superior, y el fórnix inferior, generalmente menos pronunciado. Ambos permiten el deslizamiento sin fricción entre el globo ocular y los párpados durante el parpadeo o el movimiento ocular.
Además, el fórnix conjuntival también contiene glándulas lagrimales accesorias, como las glándulas de Krause, responsables de secretar mucina, un componente esencial de la película lagrimal. Esta función contribuye a la lubricación, protección y estabilidad de la superficie ocular.
Desde la perspectiva quirúrgica, la preservación del fórnix conjuntival es fundamental en procedimientos oftalmológicos como cirugías de párpados, glaucoma o adaptación de lentes de contacto especiales. Su alteración puede producir adherencias, fibrosis, incomodidad visual, pérdida de movilidad del saco conjuntival o incluso síndrome de ojo seco por disfunción de la película lagrimal.


