La xerosis conjuntival es una afección ocular que se caracteriza por una sequedad crónica de la conjuntiva ocular, la membrana que recubre la parte blanca del ojo. Esta condición da lugar a una apariencia opaca, áspera y engrosada de la conjuntiva, lo que genera molestias persistentes como escozor, irritación y sensación de cuerpo extraño.
Su causa principal es la deficiencia severa de vitamina A, aunque también puede presentarse en pacientes con ojo seco severo, enfermedades sistémicas como el lupus o el síndrome de Sjögren, y en ciertos tratamientos médicos que alteran la producción lagrimal.
El abordaje terapéutico se centra en la corrección del déficit nutricional, el tratamiento de la enfermedad de base y la protección de la superficie ocular. En muchos casos, esto se complementa con el uso de lágrimas artificiales, suplementos vitamínicos y, en situaciones más avanzadas, técnicas específicas como lentes terapéuticas o el uso de suero autólogo.