La meibomitis es una inflamación crónica de las Glándulas de Meibomio, la cual provoca que estas se obstruyan y no puedan cumplir con su función de producir la capa lipídica de la película lagrimal.
Como consecuencia de esta obstrucción, la superficie ocular no recibe la cantidad adecuada de lípidos, lo que provoca síntomas de sequedad ocular, irritación, enrojecimiento y, en algunos casos, visión borrosa o sensación de arena en los ojos.
La meibomitis suele estar asociada a otras afecciones como la blefaritis o la rosácea, y también puede agravarse por factores como el uso prolongado de pantallas, la edad o la exposición a ambientes secos.
Su tratamiento se basa en mantener una correcta higiene palpebral mediante la aplicación de compresas calientes y masajes y el uso de antibióticos tópicos o antiinflamatorios para reducir la inflamación y mejorar la función de las glándulas. En algunos casos también se puede optar por otros tratamientos más avanzados, como luz pulsada (IPL) o Lipiflow.