El leucoma es una cicatriz blanquecina que se forma en la superficie de la córnea debido a infecciones oculares graves, como la queratitis, traumatismos, quemaduras o inflamaciones corneales (como una úlcera corneal).
Esta cicatrización provoca una opacificación de la córnea, lo que impide que la luz atraviese la córnea de forma normal hacia la retina y se produzca una disminución de la agudeza visual. Esta afectación puede variar según la localización y el tamaño de la opacidad, desde una ligera visión borrosa hasta una pérdida significativa de la visión si la cicatriz se localiza en el centro de la córnea.
El tratamiento del leucoma consiste en aclarar la zona afectada para recuperar la transparencia corneal y, por tanto, la calidad de la visión. Normalmente suele tratarse de una corrección óptica con láser o trasplante de córnea en los casos más severos.