El síndrome del ordenador es muy habitual entre las personas que pasan muchas horas trabajando con estas herramientas y mirando las pantallas. Este hecho puede provocar fatiga visual causada por una serie de condiciones concretas, como la existencia de algunas dioptrías que, por norma general, para la vida diaria, no suponen mayor problema.
El síndrome del ordenador es uno de los casos más habituales de fatiga visual entre la población que pasa demasiadas horas atentos a las pantallas. La vista debe sobreesforzarse, por norma general, cuando pasa un determinado tiempo mirando la televisión o el ordenador. Como ya comentamos en la primera parte de este artículo, no podemos decir que la fatiga visual en sí sea una enfermedad concreta. La realidad es que debemos entenderla como un síntoma dentro de alguna otra patología.
En esta ocasión vamos a hablar del síndrome del ordenador que es el resultado de la fatiga visual en personas que suelen usar de forma habitual y recurrente el ordenador. Además, en un artículo anterior ya tratamos el síndrome del ordenador, por lo que en este momento vamos a darle especial importancia a por qué ocurre.
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Causas del síndrome del ordenador
Defecto en la graduación
En el caso de personas de más de 40 ó 45 años, es probable que achaquen los problemas de fatiga visual ante el ordenar a la vista cansada, que suele aparecer a partir de estas edades. Sin embargo, existe otro grupo de personas que ante los síntomas de la fatiga visual no llegarán a pensar jamás que estos puedan deberse a un problema de graduación.
Cuando aparece el síndrome del ordenador en gente joven que en general goza de buena visión y cuentan con una agudeza visual del 100% o muy próxima, no se llega a pensar que la fatiga visual pueda estar asociada a un defecto de refracción. Generalmente se señalan otras causas como la calidad del monitor o pantalla o la cantidad de horas cara al ordenador que, también tienen que ver, pero no son la causa principal del sobreesfuerzo ocular.
Los hipermétropes con poca graduación no requieren gafas para ver correctamente pero su ojo debe realizar un esfuerzo extra para lograrlo. Las diferencias de graduación elevadas (anisometropías) entre ambos ojos también implican un sobreesfuerzo.
Por tanto, los defectos de refracción no corregidos pueden suponer un esfuerzo ocular añadido y ser causa de aparición de los síntomas de la fatiga visual.
Además, cuando leemos en la pantalla del ordenador utilizamos la visión próxima y se acciona el mecanismo de enfoque (acomodción). Esto que implica que nuestros ojos ya están siendo sometidos a un esfuerzo, al que se le añade la necesidad de enfocar correctamente corrigiendo el defecto de graduación.
Condiciones lumínicas
El ojo es un órgano con un complejo sistema para adaptarse a la luz que necesita para ver. Para ello utiliza dos mecanismos principales:
- El iris: Es el diafragma del ojo, la parte que le da la característica coloración y cuya principal función es la de regular la cantidad de luz que alcanza la retina. En condiciones «fotópicas» o de buena iluminación, el iris se contrae y deja una pupila pequeña para reducir la cantidad de luz que llega a la retina. Por el contrario, el condiciones «escotópicas» o de baja iluminación, el iris se dilata y aumenta el tamaño de la pupila para dejar paso a una mayor cantidad de luz.
- La retina: Las células sensibles a la luz que hay en la retina tienen cierto grado de adaptabilidad y son capaces de alterar su metabolismo para aumentar o reducir su sensibilidad a los estímulos lumínicos que reciben. En este sentido, en condiciones fotópicas, la retina reduce su sensibilidad y en condiciones escotópicas la aumenta. Tanto es así, que tras 10 minutos de permanecer a oscuras, el ojo es capaz de percibir pequeños estímulos lumínicos que inicialmente resultaban invisibles.
¿Qué ocurre entonces cuando miramos a una pantalla con mala iluminación? Sencillamente, estamos engañando al ojo. Para decidir la adaptación a la luz, nuestro ojo toma como referencia la iluminación del campo visual completo (unos 180º) y no de un punto o zona en concreto. Cuando nos colocamos frente a una pantalla o TV a oscuras o con una iluminación de ambiente pobre, el cerebro considera de forma errónea, que está en un medio escotópico, dilata la pupila y aumenta la sensibilidad de las células de la retina. A consecuencia de esta adaptación errónea la mácula, que es la zona de la retina que utilizamos para ver, recibe un exceso de luz y se fatiga.
Consejos para evitar la fatiga visual con el ordenador
Cuando pasar horas seguidas frente al ordenador o la tablet es un requerimiento del trabajo hay una serie de consejos de «higiene visual» que nos ayudan a descansar la vista y evitar los síntomas de fatiga visual.
- Apartar la mirada del ordenador cada hora, aproximadamente, y mirar hacia un punto fijo lejano para relajar la acomodación y los músculos del ojo que se encargan de esta función.
- Optimizar la resolución de pantalla para que no nos suponga demasiado esfuerzo ver las letras en el ordenador. Por defecto las resoluciones de pantalla se configuran para aprovechar toda la capacidad del monitor y no para adaptarse a las condiciones de la vista del usuario.
- Trabajar siempre con una iluminación de ambiente adecuada y bajo ningún concepto hacerlo a oscuras con tan sólo la pantalla del dispositivo como única fuente de luz.
- Y por último, hay que prestar atención a la colocación de la pantalla. Ni muy cerca ni muy lejos y siempre a la altura de los ojos o, incluso, un poco por debajo de estos.
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