Avances en oftalmología, consiguen un nuevo material que reproduce cualidades naturales del ojo.
En oftalmología se utilizan lentes intraoculares para corregir defectos de refracción como miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia. Los resultados que proporcionan estas lentes son excelentes y los pacientes mejoran su visión significativamente. Sin embargo, las lentes intraoculares actuales actuan de un modo más similar a como lo hacen unas gafas que a como lo hacen las lentes naturales del ojo.
El gradiente de refracción
El fenómeno de refracción de la luz y el modo en que se hace servir éste para enfocar la luz se explica normalmente poniendo como ejemplo las lentes de las cámaras de fotos y el cristalino natural del ojo. Sin embargo, estos dos tipos de lente no funcionan exactamente del mismo modo. La mayoría de las lentes que se encuentran en equipos ópticos están fabricadas con vidrio sólido que tan solo refractan la luz en su superficie mientras que en su interior el haz de luz se desplaza en línea recta. Sin embargo, el cristalino refracta la luz continuamente a medida que es atravesado y esto es conocido como GRIN (Gradiente de Refracción).
Avances en lentes intraoculares
Con tal de crear lentes intraoculares más similares a las naturales, los investigadores de diversas instituciones científicas como la Case Western Reserve University, Rose-Hulman Institute of Technology, U.S. Naval Research Laboratory y PolymerPlus, han creado una tecnología que permite apilar miles de capas ultrafinas de polímero que producen el gradiente de refracción contínua deseado.
Este polímero que capta la luz es 3’5 veces más potente que el vidrio y es el primer material con nanocapas en salir al mercado. Para crear este material, se extruye una película de 4000 capas para posteriormente apilar 200 de estas películas creando una hoja de 800.000 nanocapas.
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