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Un vistazo rápido de la blefaritis en 20 segundos:

QUÉ ES LA BLEFARITIS

Es una inflamación palpebral del ojo que puede surgir debido a la acumulación de grasa, parásitos e infecciones o una disfunción de las glándulas de Meibomio.

TIPOS DE BLEFARITIS

Dependiendo de la zona concreta en la que se genera la blefaritis se puede distinguir entre: blefaritis anterior, blefaritis posterior y blefaritis mixta.

CAUSAS O FACTORES 

Afecciones dermatológicas, cambios hormonales, estrés, malos hábitos, consumo de medicamentos, sequedad ocular e infecciones.

TRATAMIENTO 

La blefaritis se puede tratar mediante una limpieza palpebral profunda, tratamientos farmacéuticos, luz pulsada (IPL) o la técnica Lipiflow.

¿Alguna vez has tenido hinchazón de párpados, enrojecimiento o costras en las pestañas? Si es así, puede que hayas sufrido blefaritis.

La blefaritis es una inflamación del párpado que puede venir provocada por diversas causas, viniendo muchas veces condicionada por la excesiva acumulación de grasa en el borde palpebral.

Se trata de una enfermedad ocular común en muchas personas, siendo la segunda más frecuente después de la sequedad ocular. De hecho, estudios confirman que la blefaritis afecta a más de un 30% de la población en España.

Aunque la blefaritis no presenta mucha gravedad en un principio, si no se trata puede acarrear varias complicaciones en el ojo, por eso es importante conocer acerca de esta y poner solución a tiempo.

Si quieres conocer más sobre qué es la blefaritis, sus tipos, causas y tratamiento, en Clínica Rahhal te contamos todo desde nuestra experiencia acerca de esta patología y algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacen nuestros pacientes en consulta:

¿Qué es la blefaritis?

Para entender bien qué es la blefaritis y por qué se produce este proceso, es necesario conocer la estructura anatómica del párpado.

El borde del párpado contiene unas glándulas, llamadas glándulas de Meibomio. Estas se encargan de generar la grasa mediante unos orificios diminutos para dar estabilidad y consistencia a la película lagrimal, ya que si la lágrima se encuentra formada únicamente de agua se evapora enseguida y no se mantiene la superficie ocular lubricada.

Por otro lado, en la superficie anterior más externa del párpado, se encuentran los folículos de las pestañas, donde nace el vello de estas y se encuentran sus propias glándulas generadoras de sebo.

anatomía párpado Blefaritis

Por tanto, la blefaritis es una inflamación palpebral del ojo. Puede surgir debido a varias causas, pero la más frecuente es la acumulación de grasa en el borde del párpado. Dependiendo de la zona concreta en la que se genera y la causa de origen, se puede distinguir entre distintos tipos de blefaritis que quedan explicados a continuación.

Tipos de blefaritis

La blefaritis puede surgir en diferentes zonas del párpado dependiendo de la causa que ha propiciado su desarrollo, y esta misma condición marca el tipo de blefaritis que es.

Es importante saber de qué tipo de blefaritis se trata en cada caso, pues cada uno necesita un diagnóstico y tratamiento diferente.

Los tres tipos de blefaritis que existen según la zona de afección son:

Blefaritis anterior

La blefaritis anterior se entiende cuando la afección está desarrollada en la parte más externa del borde palpebral, es decir, en la base donde se encuentran los folículos de las pestañas.

Al mismo tiempo, la blefaritis anterior se puede dividir en tres tipos según su causalidad:

Blefaritis anterior seborreica

La blefaritis anterior seborreica es la que se desarrolla más frecuentemente. Se produce por una acumulación severa de grasa en el borde palpebral y suele estar relacionada con otras patologías dermatológicas, como la dermatitis. 

Se manifiesta mediante una especie de caspa que se forma en las pestañas, especialmente en la zona lagrimal. 

Blefaritis anterior infecciosa

Este tipo de blefaritis anterior surge a causa de una bacteria llamada estafilococo, por lo que debe ser tratada con la mayor brevedad posible.

Se caracteriza por la aparición de costras o escamas pegajosas en la base de las pestañas. En ocasiones estas costras impiden abrir y cerrar el ojo con normalidad porque se encuentran pegadas a la piel, lo que conlleva que algunos pacientes pierdan parte de las pestañas temporalmente

Blefaritis anterior parasitaria

La blefaritis anterior parasitaria, como su propio nombre indica, está provocada por un parásito llamado Demodex, que es considerado como una especie de ácaro.

El parásito Demodex produce una irritación local en el folículo de la pestaña.

Blefaritis posterior

Una blefaritis posterior se comprende cuando la afección se encuentra en el borde interior del párpado, en contacto con el globo ocular. Por tanto, no se ven afectadas las pestañas, sino que son las glándulas de Meibomio las que están involucradas en el proceso. 

Las glándulas de Meibomio se encargan de producir la grasa que da consistencia y estabilidad a la película lagrimal. Cuando esta grasa se ve alterada, ya sea con mayor o menor densidad, los orificios de las glándulas se obstruyen y dejan de formar sebo. 

Esta condición se conoce como disfunción de las glándulas de Meibomio y supone que la lágrima se evapore prematuramente. Por tanto, la superficie ocular no está suficientemente lubricada y pueden terminar generándose pequeños quistes en el interior

Esta obstrucción y atrofia de los orificios puede venir provocada por procesos inflamatorios, como la conjuntivitis vírica, o procesos de fibrosis como, por ejemplo, a causa de la edad. 

Blefaritis mixta

Muchas veces un tipo de blefaritis puede conducir a otro y terminar padeciéndose al mismo tiempo blefaritis anterior y posterior. Es lo que se conoce como blefaritis mixta

Por ejemplo, si durante una blefaritis anterior se llena de caspa la base de la pestaña, puede acabar entrando en contacto con las glándulas de Meibomio. De esta forma, los orificios quedan obstruidos y se crea una grasa anómala que produce una inflamación en el folículo de la pestaña. Por tanto, de una blefaritis anterior se habría desarrollado una blefaritis posterior

La blefaritis mixta es bastante frecuente y debe mantenerse controlada debido a la combinación de distintos síntomas.

tipos de blefaritis

Síntomas de la blefaritis

Los síntomas de la blefaritis pueden ser muy variados, ya que afectan a cada paciente de una forma diferente. Resulta una patología bastante molesta para los pacientes que la sufren, además de afectar también en el aspecto estético. Por eso, es importante diagnosticarla de forma temprana para poder frenar los síntomas y evitar que surjan complicaciones.

Los síntomas más característicos de la blefaritis son: 

  • Enrojecimiento e hinchazón: Uno de los síntomas más comunes de la blefaritis es el enrojecimiento de todo el borde palpebral, tanto el superior como el inferior. Además, este enrojecimiento muchas veces suele ir acompañado de una hinchazón.
  • Irritación y picor ocular: La blefaritis provoca molestias en el globo ocular. Especialmente después de forzar la vista durante muchas horas, como visualizar pantallas digitales, leer o conducir.
  • Sensación de cuerpo extraño: Los pacientes tienden a sentir como si tuvieran algo metido en el ojo, sobre todo al despertarse. También suelen definirlo como una sensación de tener arena dentro del ojo. 
  • Caspa y costras: Es frecuente que la blefaritis genere una especie de caspa o escamas en el borde de las pestañas y el párpado. Estas costras muchas veces provocan que los párpados se queden pegados, especialmente después de dormir. 
  • Lagrimeo contínuo: Los pacientes con blefaritis suelen tener los ojos llorosos y un lagrimeo contínuo. Principalmente cuando inciden otros factores como el frío, el viento o aires acondicionados. 
  • Fotofobia: La blefaritis provoca molestias y sensibilidad ante focos de luz, pudiendo hacer que el paciente se deslumbre.
  • Disminución de la agudeza visual: Se puede presenciar visión borrosa y cierta necesidad de parpadear constantemente, pues la vista suele mejorar de esta forma.

sintomas blefaritis

Causas y factores de riesgo de la blefaritis

Como hemos visto, uno de los motivos por los que puede surgir la blefaritis es debido a una alteración de la grasa del párpado que afecta a las glándulas de la zona. Por tanto, cualquier condición que genere una inflamación o viscosidad cutánea generalizada va a influir en la piel del párpado y puede suponer un factor de riesgo de sufrir blefaritis.

Estas son las principales causas o factores de riesgo que pueden conducir a una blefaritis:

  1. Afecciones dermatológicas➤
  2. Cambios hormonales ➤
  3. Estrés
  4. Malos hábitos
  5. Consumo de medicamentos
  6. Sequedad ocular
  7. Infecciones

Afecciones dermatológicas

En ocasiones son otras afecciones dermatológicas las que provocan el desarrollo de blefaritis, porque estas mismas presentan síntomas como el enrojecimiento de la piel, generación de costras o viscosidad en la piel. 

Algunas de las patologías de la piel más asociadas a la blefaritis son la dermatitis atópica, dermatitis seborreica, rosácea y psoriasis

Cambios hormonales

Durante los cambios hormonales, como los trastornos menstruales o la menopausia, es muy frecuente que aumente el aceite facial e incluso aparezcan brotes de acné

Tanto este aumento de la viscosidad de la piel como los brotes de acné en la cara ayuda al surgimiento de blefaritis, ya que pueden provocar la inflamación y obstrucción de las glándulas del párpado.

Estrés

El estrés, al igual que la ansiedad y otras patologías psicológicas, provoca una reacción química en la piel que hace que sea más sensible y reactiva ante cualquier factor externo. 

Además, durante las fases de estrés el cuerpo expulsa hormonas, como el cortisol, y la piel produce mucha más grasa. Esto no solo favorece la aparición de blefaritis, sino que además también puede empeorar el estado de otras patologías dermatológicas asociadas como el acné, la psoriasis o la rosácea.

Malos hábitos

La piel refleja el estado de salud física y mental de una persona, es por eso que si se mantienen malos hábitos nuestra piel va a ser el primer órgano del cuerpo en reaccionar. 

Conductas como beber alcohol, fumar, llevar una mala alimentación o una hidratación insuficiente pueden provocar reacciones en la piel como rojeces, acné, erupciones cutáneas u otras afecciones relacionadas con la blefaritis. 

Consumo de medicamentos

Muchas veces es el consumo de ciertos medicamentos lo que conduce al padecimiento de blefaritis, tanto si se trata de uso tópico u oral.

Normalmente, suele ser característico de fármacos como la medicación de glaucoma, píldoras anticonceptivas, antidepresivos, antihistamínicos u otros tratamientos para la piel. 

Sequedad ocular

Otro factor de riesgo condicionante de la blefaritis es la sequedad ocular severa, pues la evaporación lagrimal puede influir en las glándulas del párpado.

Así pues, la frecuente visualización de pantallas digitales y el uso crónico de lentes de contacto también son una causa frecuente de ojo seco, y por consiguiente, de blefaritis. 

Infecciones

La blefaritis puede venir causada por infecciones, ya sean bacterianas o parasitarias, como es el caso de la blefaritis anterior infecciosa y blefaritis anterior parasitaria

También se puede desarrollar una blefaritis posterior debido a una conjuntivitis vírica, pues la inflamación puede provocar la obstrucción de las glándulas de Meibomio.

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Cómo prevenir la blefaritis

A pesar de que no existen métodos infalibles para prevenir la blefaritis, mantener una buena higiene palpebral siempre va a disminuir la probabilidad de que se desarrolle la afección. Especialmente en aquellas personas que se vean incluidas en los factores de riesgo anteriormente citados.

Estas son las pautas de higiene recomendadas para prevenir la blefaritis:

  • Limpieza facial diaria: Una limpieza facial en su totalidad elimina el exceso de grasa posicionado en las glándulas y evitará que se obstruyan los orificios. Se recomienda utilizar toallitas, geles y espumas que dispongan de solución salina. 
  • Evitar conductas perjudiciales: Es recomendable tener una buena higiene de manos y evitar frotarse los ojos con dedos u objetos sucios.
  • No dejar restos líquidos: En caso de tener restos de lágrimas o gotas oculares artificiales, es aconsejable dejar la zona seca y limpia, tanto el párpado como las pestañas. 
  • Precaución con el maquillaje: No es conveniente el uso de maquillaje en los bordes cercanos al párpado, ni el uso habitual de extensiones de pestañas. Además, se debe limpiar bien todo el maquillaje sin que quede ningún resto antes de irse a dormir. 

Cómo prevenir la blefaritis

Cómo se diagnostica la blefaritis

Para llegar a conocer si un paciente padece de blefaritis se lleva a cabo un diagnóstico clínico detallado que permite al oftalmólogo saber de qué tipo de blefaritis se trata y qué tratamiento necesita. 

Entre las pruebas médicas que se llevan a cabo para diagnosticar la blefaritis se encuentran:

  • Lámpara de hendidura: Se utiliza para realizar un examen ocular profundo a nivel microscópico. 
  • Hisopos de cultivo: Sirve para saber si se trata de una blefaritis infecciosa.
  • Meibografías: Permite analizar la morfología de las glándulas de Meibomio.
  • Muestras de pestañas: Con el fin de analizar si se trata de ácaros Demodex.

Por otro lado, existe una máquina con un sistema de monitorización de la blefaritis llamado Keratograph que permite ver los conductos de las glándulas y analizar su estructura y calidad. Además, una vez se empiece el tratamiento se puede continuar utilizando para evaluar si el método está siendo efectivo.

Tratamiento de la blefaritis

La blefaritis tiende a aparecer repetidamente en las personas que ya la han sufrido alguna vez. Por eso, muchos de nuestros pacientes nos preguntan en consulta: ¿Tiene tratamiento la blefaritis?

Lo cierto es que sí. Con un tratamiento adecuado se puede controlar, reducir su aparición y disminuir los síntomas de la blefaritis. 

Dependiendo del diagnóstico que haya concluido el oftalmólogo y en función de la causa que provoque la blefaritis, habrá un tratamiento más apropiado para cada paciente.

Los tratamientos para la blefaritis más destacados son:

Limpieza palpebral profunda

En la mayoría de los casos, la blefaritis se puede tratar mediante cuidados higiénicos del borde del párpado y las pestañas para retirar las bacterias o ácaros que se encuentren.

Este método consiste en una limpieza diaria mediante el frotado con compresas calientes y el uso de jabones o toallitas oftalmológicas para reducir la grasa de la zona. En el caso de blefaritis anterior a causa de Demodex también es común recurrir a la aplicación de aceite de árbol de té para realizar las limpiezas.

En ocasiones, los pacientes que tienen complicaciones para realizar su higiene diaria o que a pesar de realizarla no consiguen retirar toda la caspa o escamas, acuden al oftalmólogo para realizarse una microexfoliación palpebral. Este tratamiento consiste en una limpieza exhaustiva de los bordes del párpado con resultados instantáneos. No obstante, los pacientes deben seguir con su limpieza diaria en casa tras el procedimiento.

Tratamientos farmacéuticos

Cuando la limpieza diaria resulta insuficiente para la recuperación de la blefaritis, el oftalmólogo suele recomendar al paciente fármacos apropiados para su caso. No obstante, la higiene diaria se debe continuar realizando en combinación con el consumo de medicamentos.

Los fármacos que suelen recetar los oftalmólogos son antiinflamatorios para la hinchazón local; antibióticos tópicos y orales contra infecciones o patologías dermatológicas; y gotas oftalmológicas para reducir la sequedad e irritación ocular.

Luz pulsada (IPL)

El tratamiento de luz pulsada (IPL) es conocido como “el láser para ojo seco”. Consiste en la emisión de micropulsos mediante un dispositivo para estimular o “resetear” las glándulas de Meibomio.

El procedimiento se basa en varias sesiones que vascularizan y devuelven el funcionamiento normal de las glándulas, lo que disminuye la inflamación de la zona y la secreción grasa que obstruye los orificios.

Una vez ya ha resultado efectivo el tratamiento, es recomendable repetirlo cada ciertos años a modo de mantenimiento.

Técnica Lipiflow

La técnica Lipiflow es una de los procedimientos más utilizados actualmente para las disfunciones de las glándulas de Meibomio, entre las que se encuentra la blefaritis.

Se trata de un sistema de pulsaciones térmicas y una leve presión en el borde palpebral que hace que se fluidifique la grasa de la zona y se desobstruyan los orificios de las glándulas.

El procedimiento dura entre 10 y 15 minutos, y consigue tratar desde el origen los síntomas de la blefaritis.

Técnica BlephEx

La técnica BlephEx es uno de los procedimientos más avanzados y efectivos que se han incorporado en los últimos años para tratar la blefaritis.

Se trata de un sistema de microexfoliación controlada que, mediante un aplicador rotatorio de alta precisión, limpia en profundidad los márgenes palpebrales, eliminando la suciedad, las costras y las bacterias responsables de la inflamación.

El procedimiento es rápido y cómodo, con una duración aproximada de 10 a 15 minutos. Además, ayuda a tratar desde la raíz los síntomas de la blefaritis, ofreciendo una mejora notable y duradera en la salud de los párpados.

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Posibles complicaciones de la blefaritis

Como hemos explicado anteriormente, la blefaritis es una enfermedad con recurrencia a resurgir cada cierto tiempo. Por lo que, se debe tener una buena higiene constante y tratar la afección cada vez que se padezca un brote para evitar posibles complicaciones.

Estas son las complicaciones más comunes de la blefaritis:

  • Orzuelo o chalazión recurrente: Si no se trata la blefaritis, se puede infectar y formar un bulto rojo doloroso en el borde del párpado, llamado orzuelo. Este se trata mediante medicación antiiinflamatoria, pero en algunos casos se acaba cronificando y se crea una especie de quiste llamado chalazión. Este quiste se trata con inyecciones de corticoides, y en caso de no desaparecer mediante cirugía. 
  • Ojo seco: Durante la blefaritis, las glándulas de Meibomio se encuentran alteradas y no producen el nivel de grasa adecuado para estabilizar la película lagrimal. Esto provoca que se termine produciendo irritación y sequedad ocular. El tratamiento de ojo seco consiste en solucionar la inflamación de base con gotas lubricantes, excepto en casos que requieren tratamientos más avanzados como la luz pulsada, conocida como el “láser de ojo seco”.
  • Problemas en las pestañas: A causa de los síntomas de la blefaritis crónica, las pestañas se dañan constantemente. Algunos de los cambios más comunes son la facilidad para que se caigan, el crecimiento desviado y la pérdida de color. 
  • Deterioro de los párpados: Al igual que sucede con las pestañas, la blefaritis crónica afecta en el estado de los párpados. Como, por ejemplo, la cicatrización de los párpados o el pliegue de los bordes hacia dentro y hacia fuera. 
  • Conjuntivitis crónica: Como hemos explicado, la blefaritis crónica modifica la forma de los párpados haciendo que esta sea más irregular. Esto altera la relación entre el párpado y el globo ocular y, por consecuencia, favorece brotes de conjuntivitis recurrentes.
  • Lesión en la córnea: La escasa película lagrimal y la inflamación de los párpados constante puede provocar a la larga que se generen úlceras en la córnea, provocando así patologías como la queratitis.

complicaciones de la blefaritis

Otras consultas frecuentes sobre la blefaritis

Además de la información  que hemos mostrado en este artículo, existen otras dudas frecuentes sobre la blefaritis que nos trasladan nuestros pacientes y hemos recopilado para nuestros lectores.

Si tienes cualquier otra duda escríbela en los comentarios y completaremos el artículo:

¿La blefaritis se contagia?

Generalmente la blefaritis no se contagia, puesto que se trata de una alteración de la composición grasa de las glándulas de Meibomio. Por tanto, es la propia condición basal y componente graso de la piel de cada persona lo que va a fomentar que se produzca la blefaritis.

¿La blefaritis es crónica?

La blefaritis en sí misma no es crónica, pero siempre va a depender de las condiciones de base con las que se cuenta. Así pues, si una persona tiene tendencia a producir una grasa más viscosa, será más frecuente que padezca periódicamente blefaritis.

Por tanto, la blefaritis sí que se puede considerar como un proceso crónico que depende de la anatomía y la fisiología de cada persona, pero se pueden controlar sus síntomas y que se mantenga de forma asintomática.

¿Se puede tratar la blefaritis con remedios caseros?

Los remedios caseros que ayuden a mantener una higiene palpebral correcta siempre van a fomentar una mejora de la blefaritis. No obstante, en los casos más graves y sintomáticos, los remedios caseros no suelen ser efectivos.

Blefaritis Clínica Rahhal

¿Cuántos días duran los síntomas de la blefaritis?

No existe un tiempo medio establecido para la recuperación de la blefaritis, ya que muchas personas pueden padecerla durante meses sin acudir al oftalmólogo ni ser diagnosticados.

Los síntomas de la blefaritis duran hasta que la patología es tratada, si no se aplica una solución van a continuar estando presentes.

¿Puedo maquillarme si tengo blefaritis?

La blefaritis no impide el uso del maquillaje. No obstante, no es recomendable maquillarse durante una fase muy sintomática de la blefaritis, pues va a favorecer el taponamiento de las glándulas de Meibomio y puede empeorar su estado.

En caso de que la blefaritis sea asintomática y controlada, sí que se puede usar maquillaje, siempre y cuando no se trate de un producto de larga duración y mantengamos una buena higiene de cara asegurándonos de que no quedan restos.

¿Qué diferencia hay entre blefaritis, orzuelo y chalazión?

La  blefaritis, como hemos explicado anteriormente, es la inflamación del borde palpebral debido a una composición grasa en las glándulas de Meibomio. 

Como consecuencia de la blefaritis, cuando las glándulas de Meibomio se mantienen inflamadas de forma crónica provocan una retención de grasa que no puede vaciarse y termina generándose una infección en la propia glándula, que es lo que se conoce como orzuelo

El orzuelo es un bulto doloroso y enrojecido que puede pasar de ser infeccioso a crónico y terminar formando un quiste llamado chalazión. El chalazión se puede tratar mediante inyecciones de corticoides intralesionales, e incluso en ocasiones se recurre a cirugía con anestesia local. 

¿La blefaritis puede empeorar? ¿Por qué puede empeorar?

La blefaritis puede empeorar ante cualquier factor que altere la composición grasa de la piel del cuerpo, no únicamente a nivel del párpado. Como, por ejemplo, problemas hormonales por toma de anticonceptivos, consumo de tabaco o una mala alimentación. 

dr. Rahhal

 Dr. Rahhal Doctoralia Rahhal

Contenido médico supervisado por el Dr. Rahhal

Licenciado en Medicina por la Universidad de Valencia, habiendo realizado la especialidad de oftalmología en el Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico de Valencia. Fundador de Clínica Rahhal, centro pionero en España en cirugía refractiva.

Pide cita para que valoremos y tratemos tu blefaritis

Si has detectado alguno de los síntomas que hemos citado en este artículo o quieres información para que hagamos un seguimiento de tu blefaritis, puedes pedir cita en nuestra Clínica Oftalmológica Rahhal para que nuestro equipo médico experto valore tu caso.

Puedes llamarnos por teléfono al 963527727 o dejarnos tus datos en el siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible para darte más información o fijar una cita con uno de nuestros especialistas.

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